Consideremos que estamos bajo el agua
que el cuerpo que forma y nos repliega, nos aleja,
aún buscándonos.
Acercame tu mano, tus venas ya congelan a mis dedos
inquietos, pérdidos, luchándole a tu piel, que resiste
a despertarse.
¿Porque hay miedo? ¿Realmente lo hay?
No hay palabras, no hay gestos que debamos entender
los ojos ya dicen todo, a pesar de esta oscuridad flotante.
Tu, áqui, como descubríendote, mi yo, en todas y en ninguna
parte, tan sólo como observándote.
Anverso y reverso de la forma que repliega, es posible
que te descubra observándome, es posible que me observes
descubríendote.
Sin embargo aqui no estamos, no dejas salirte a flote
es el miedo quien te rodea y aqui me tienes a mi, tratando
de descongelar al alma.
Consideremos que estamos bajo el agua, esta vez
Busquémonos, aún alejándonos.
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