En esa espesura terrenal, que nunca se apiada de sí
te improntas fuertemente, reapropiándote del fulguraz
rayo, que quisiste retraer.
y es ahí, que me aguardabas, bajo las hendijas
de las esferas terrestres, locuaces, agrias
cómo el gusto íntimo de tu dereer.
luego, te condíces a veces, en la serena cabalgata
de la escritura, que esfumada, retráctil, se vanagloria
arrogante, de cometer su troperio.
so long, God, so long
into my wind, into my wave-mind.
Cuento tu lunar, esos estrepitosos lunares rodeados de mí.
Cuento tu nombrar, ese jadeante nombrar, a instancias del verbo
a instancias de mí, eréctil performance, obsecado terruño del ser
te abstraigo, te vuelo, de rinoceronte
gélidas providencias donde condensas
donde te eximes, en pantanales suelos inhospitos, de enjambres
renacientes, cómo obertura sonisdica que se relame al pasarse
por dentro, cuando lo ecúanime de ambos se disecciona, se ramifica
intangibiliza la penumbra parte de vos, ese querer, ese tú querer
ese derroche del tan Bravío.
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