lunes, 19 de diciembre de 2011

Escenografía de la Climatización

Fidedigna Fiebre, me inmolas y no acuerdo.
Rastros de las desolaciones, aristas de las rencillas.
Tempranas, amigables, neblina fiebre. 

Y te Escondes, Este mundo nos arroja al vacío.
Me respondes, te lamentas, es que tiemblas a veces de pudor. 

Quisiera Tenerte, un Oceanógrafo, nos permitiría delimitar la refriega
y no venir con perorata, que se ufana de la notoriedad que le asignaste.
Eres joven, el desatormento veraniego, la ductilidad de la Corte.


 Ninguna Remora?, Algún Tifón?, a Cuento de qué entonces me livianas?.

                                  Fiebre.


Traedme el Parresiastés, el que sea, pero traedlo.
 y sí te vuelves estridente, que sea asi, afuerita, con la ardua Disciplina eólica.
porque de nada sirve tu bagaje, el concepto que deforesta "la observación".

Fidedigna fiebre, Cuando auditas tu timón?


 

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