rodillas de Dios

 Ahi lega urko Vietnamita, casi un haiku, con prestancia parsimonia.
 Ignoto, pauperiza su infortunio. Se Espectra, urko Vietnamita, con cualidades
 que invitan al desapego, ardorosa pretensión Sabática.
 In limine, se deshace. 

Levanta polvareda, el no tener Unidad Conceptual Suficiente.
no importa, a saber, a posteriori le declamamos tu gracia.
ahí Urko Vietnamita, corporiza tú piel.

Y se vislumbra sí, con las conjeturas displicentes, realizadas
en Ellas, Centrales Operacionales de Dios, que no existen, ni siquiera, en modos
continuados, pero que francamente desoyen los agotes de Reserva.


  Tenue Resplandor fortuito, Furtivo.
         Urko Vietnamita.


Mira como cae tu rodillita, efímera, frágil
a la templanza de tus Soles. Adquiere tu yerro, fútil yerro, desacierto.

Ni que lo digas urko vietnamita, nos Flechamos, Central Operativa de Dios.
Mira tu rodillita, efímera, frágil, tosca templanza de tus Soles.
Cae, Seriedad de la gente, leit motiv de tú presencia.