jueves, 9 de agosto de 2012

De los que se Aniquilan

Me preguntaba en relación de los Criminales y sus fundamentos, sí en el momento de los hechos, algún simulacro de pasión acariciaba por sus brazos.

Si luego de consumida la reliquia y ya, verificando las desdichas promisorias, no relatan indicios por qué no conducen a la cima, y sí se describen molestando la falacia que los enriquece.

No quiero criminales sin castigo al gasto del deseo, porqué inclusive, al menor
 aliento de pasmarse, recrudecerían los artificios de la naturaleza.

Y es por la costumbre que se realizan los hombres. Y el Soberano criterioso de sus 
males, abdicaría de soberbia si eso fuera el riesgo que mentan de la lástima.

Me preguntaba de los no Criminales, sí en su disgusto por dejarse llevar por la corriente hegemónica del mundo, principalmente en la omisión de la avaricia, hacen caso de la bondad, cualquiera de sus formas, por el hecho de poder ser buenos,o, en la raigambre de la intromisión, realizan los hechos que consideran deben articular una y otra vez, acto de bondad imperativamente.

En desgracia de los pensamientos, nunca estuve con la espada cortejando la mente ni la propia certeza de saberse criminales, per se, Criminales.

por desgracia de los sujetos pasionarios que hostigan al enfrentamiento, jamás cruzaría los lineamientos centrales de la Criminalidad del Orden y el sí o sí del crimen. Aún reconociendo el ardor ideológico de las guerras.

Dice Criminales, características propias de algún humano.


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