miércoles, 19 de diciembre de 2012

Rains and Loving

Con todas las cosas que suceden, ya no soporto la desdicha.
Me Inhabilita para creer. Me inhabilita para reconducirme. Y que otras señales debería obtener si ni respiro.

Y a propósito de los maltratados, es necesario refregarme con la quimera. Pero tampoco espero morbosamente que el planeta de mis pares se ilumine y arranque la cura ilimitada de la verdad. Es la contienda de la ausencia.

Y aunque en estos momentos se llueva espasmosamente, casi con la verosimilitud de despedirme, de arraigarte en la honorabilidad de mis mentores, te contiendo, al extremo del amor sin reticencia. 

Pero con la sociedad de los tiempos, es difícil que entiendas. Para qué 
sonrojarme. Sorpresa vencida de los salvadores.

Inexpresabilidad de la rabia cuando complica. Queriendo descifrar la movilidad de los compinches. Llueve.

 LLueve ausentemente y me quita el alma hablarte. Pero cubrirme también supone quererte. Aunque sepas del atardecer, de mi muerte, de quererse sin conveniencia. 

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