jueves, 31 de enero de 2013

Incendio, Bosque, y Precariedad

Cuerpos comprimidos y de variadas intensidades. Cuerpos ostensibles y peligrosos de la mediocridad. Cuerpos que meditan saberse desechados y rogados.

Cuerpos, y la preponderancia de la sociedad que los enorgullece.


Cuerpos en travelling del tiempo. Distanciados, flameados, corrompidos en las metas específicas de la grandilocuencia.
Cuerpos que en su puta vida, supieron de la realidad de Dios. Cuerpos desazonados y sin ganas de moverse. Cuerpos.

Cuerpos interiorizados de la necesidad de derrumbarse y sin pasiones.

Cuerpos absolutos y ensangrentados con la teoría de la historia. 

Cuerpos que en sus mentes perciben la maldad práctica de dios y ni lo encajan. Cuerpos.

Resultado entonces para los cuerpos que no obtenemos la coloridad del paraíso, es lidiar, entre otras cosas, con la perfecta superación de la abstracción, número imperfectible de alguna, desquiciada, alea del mundo. 







lunes, 28 de enero de 2013

Los Revolucionarios

Yo pensaba que el mundo vivía obsesionado con dignificarte. Que la hermosura de su naturaleza sería eterna, que ninguna mano del hombre podría arruinar su entorno, pero qué, los encantos de saberse posteridad de lo legado.

Yo pensaba que las jerarquizaciones de imponer y sus intrusas comitivas restaurarían los millones de árboles quemados y dejados a las intemperies. Pero no.

Solo escuchaba decir que el mundo cambiaría, que nuevas formas de gobierno instaurarían las paces, de los tuyos, de los míos. Pero nada. Y a cambio ni verdad. 
Rostros humanos perplejos, tratando de equilibrar lo correcto. Y ahí se suman los ajedrecistas, envalentonando a los sin tierra, la compulsa definitiva por espirituarse con el bien.

Y mientras pensaba y sugería efecto, los contemporáneos. Que en sus distintas facetas, esgrimen la bonanza de que el mundo adquiera ascetismo. Excepto por algunos, y ningún alguno se sitúa en un grado de revelación divina, qué supone determinarse y responderse, que sin comprensión de los tormentos sociales, y a esto, al mundo no le cabe importancia, quien debería abstenerse de sí mismo.


Yo pensaba que esos idolos adorados y legitimados quien sabe por quién, habrían sido ejemplos de vida. No se supone. Pero sus rebeldías, los mínimos actos de honestidad, o esos cuantos valores de asimilación que se acercan a los modos, quizás del innatismo, darían, por lo bajo, la congratulación. 


El placer del placer. Saberse inmortal, invisible, y sin creencias a la vista.
Y pensaba que ellos quieren más, porque el mundo se sabe más.
Pero ellos quieren más en la necesidad de ser más. Y que importa de los que piensan. Si el cariño del amor no incluye algo así como, el sarcasmo, la ironía, el dimitirse sin extrañarse del mundo.





miércoles, 23 de enero de 2013

Norteamérica

Norteamérica vacía. Da el visto bueno y nosotros plegamos.
Norteamérica mundana y frívola. Esquizoide que sugiere al mundo.

Con la grandilocuencia de los manjares y dando la focalización acertada.


Cómo quisiera someterte a la idea del mundo, pero nos envidiarían tanto, que negarias predestinarte al futuro. Y reiteradamente te vuelves chúcara, cuando la idoneidad en el menoscabo seria la transferencia necesaria de los personalistas.


Norteamérica.

Sufrida y codiciosa del río. Espeluznante la nitidez de los miserables. Y a veces les vuelas el mundo.

Norteamérica, con esa necesariedad de nombrarte, de lograrte el derroche, el cazerío, los enfants racionales y la meticulosidad. 


Norteamérica. Rabona del mundo. Agente pasionaria del trueno. 

Los ricos se desorbitan, con la meta de alguna sobriedad, que no invita nada y lo subvierte.

Norteamérica, corazón al descubierto y rapiñero de los cielos.

De los sediciosos y alguna benevolencia.

Norteamérica vencida. Vencedora de los males y la Mismidad. Norteamérica.


Amabilísima territorialidad que gravita al sustento. Iconoclasta. Clasista y determinadora.


Y que esperaban de tí, cuando las certezas de estimularte sobrecargan metejonearte con mí mundo, donde algún mundo sería el mundo.


Y prepararte la Mente. Perfectamente la mente. Con algunos utensillos del miedo, que seria inocularte la falsedad, la erosión de liquidarlos y mentir. Mentir.


Norteamérica. Patraña del buen vivir. Y es que no hemos estado.

Norteamérica. Especificadora del sol. Y al repliegue, mordedura del americano.

viernes, 18 de enero de 2013

Los soberanos que rien al Tiempo

Alguien que desconfiaba del mundo se solidifico para espiarme.
Alguien, recontra razonado, se escondio de entre los océanos.
Suspiraba su tradición de no apiadarse del mundo. Pero que imagen de las afueras quisiera.

Sí existiera algún recoveco para extraerte de la inmortalidad. Sí existiera.

Ni el agrado de desearte el mejor de los mundos. Con las divisiones que inventan, fumaban los muertos de nuevo. Y nada tan altísimo, cómo suponerte la mejora de mí decencia, articulada con las mejores señas.

Mandar al Mundo. Desacreditadamente y al momento de degollarte.

Que se supone que sea la virtud de los buenos. No tener nada y esperar que las diferencias se eliminen por sí solas.

Mandar al Mundo. Y suponiendo que alcanza.


lunes, 14 de enero de 2013

Lacan, el aguafiestas

Pájaros y previsibilidad. El consumo de la alternancia y sus opuestos.
Y con esas posibilidades de determinarme por el dinero.

Caer sucumbido. Ya no leo más a los individuos porque me discordian.

Antes duraba lo qué la fragilidad de mí propio clima quería. Y siempre estaba por verse. De finiquitarme endulzado por las sensaciones.

Pero es incierto que depare en otros mundos que no sean el de la holgazanería y los fervorosos del sistema.

Un cuadro bastante hostil entonces para naufragarme. Al ser solitario lo fecunda el goce.

La tremebunda disponibilidad  de asociarme a los perfectos.


jueves, 10 de enero de 2013

La Punta de Desenvolvimiento del Sol

Nunca supe cómo fue que se erosiono el sol. Nunca supe, y ni siquiera puedo comprenderlo.

Sé, que en una de esas tareas, supeditó el vuelo de mil naves y organizo desmembrenarse. Al sol. Las vaguedades y alguno de sus rayos nucleares.

Qué rol cumplieron la intromisión de los tecnócratas, nunca lo supe. Y los tantos barderos que piensan que reflexionarse es sólo parte del asunto, tampoco.

Pero faltaba romper la virginidad del misterio para darme cuenta que cualquier galaxia, inclusive la no pensada, la no rastreada por los soberbios, podría generar influencia sin mí. Porque es la lógica dispositiva del sol, la que determina al mundo. La que acontece. La que genera vulnerabilidad otorgando los saberes deseables. Tan sol que irradia sol.

Y a los problemas de perimir las hipótesis del universo sin guerra, sin codicia, y sin ningún tipo de resabio de demolición humana. Es que Quisiera extinguirme. y que vendría. 





martes, 8 de enero de 2013

Droga para Caballos, Altanería de la Mezquindad

Los suicidas subsumen el aliento desparramado llamando a la quietud del día.

Y es motivo de sus instintos, desplegarse electricamente. Nunca a modo de una mente fría.

Como si el objetivo previsto para perfeccionarse o quizás para emitirse en un simple acto de amor y cobardía, los lentificara. 

Y en esta compulsa por deshacerse del tedio, magnificaban siendo mocosos de porquería. 

Ya no, por cuestiones de índole, digamos, usufructuarias del mundo. Vitalismo, permanencia y esa drogas de la felicidad.

Sino por el mismísimo hecho del desagravio a la vida. 
Contexto. Contexto y espacialidad.

Una droga para subsistir podría ser cualquier faceta nuestra que otorgue quiebres de emocionalidad y necesite del espacio del otro para ascender en el espiral crítico de la expansión de un sentido. Cualquier sentido.

Pero que drogue, que anestesie. Que destatolize el alma irrumpiendo efecto por doquier.

sábado, 5 de enero de 2013

De los Violentos y sus Justificaciones

Ya no sé si lo que me decís es de verdad o de mentira. Algo de la fiabilidad de tus palabras se ha perdido.

No logro discernir porque el mínimo prejuicio que borraste lo llevas hacia el mal o lo enalteces. Y esas cosas te crucifican. Aquí o allá pero te crucifican. De todas maneras, siempre alardeaste que la bondad irresuelta no era a título de la gratuidad.

Pero el colmo es que no importa. Sí con la confianza propia en el porvenir ya nos alcanza. Nunca viviremos la mentalidad de ser verdad.

Nunca, maldiciéndome en la oscuridad, necesitare de la idea de creencia y menos que algún día, de manera abstracta o corpórea venga el creador y me perdone.

Asfixia que para amarse halla que desvainar mentiras sin escrúpulo. Concordancia en la vida y sus misterios. Ni siquiera lo tengo en mí lenguaje. 

Eso permite el alimento para el ego. Reflexionarme a las ultranzas de que no hay otro amor que el humano. 

Que la misericordia de los justos es relato destinable hacia los pobres, los que tienen hambre y no beben. Los que suponen que el milagro les deparará el bien. Pero ni saben de la letanía de inmolarse.

Y a esos que son intrépidos, que navegan con ventura al agua que surgió en inocencia. LLorarán verdad. Justicia y la iluminación.