jueves, 28 de marzo de 2013

Los que Sincronizan Mundo

Hay alguna gente que no vi más. Aunque tampoco esperaría resolver problemas absorbiendo encuentros fortuitos con esa gente.

Pero no los vi más. Y podría parecer una consideración bastante superflua, e inclusive vacía de contenido. Pero hay alguna gente que no vi más.

Y quizás, alguna gente prefiera Omitirme. Prefiera Omitirme porque sabe que en cierto modo, se deberían algún momento de lucidez conmigo. ¿Qué otra cosa debería razonar?.

Pero habría alguna otra gente que piensa que asumirse verse con los otros, no determinaría en todo caso, algo así cómo, respeto, amor, y esas tantas cosas que olvidamos a medida que nos responsabilizamos del mundo. Y entonces ¿ para qué encontrarnos?.


Preferiría la omisión, por el fastidio del desencanto entre uno y otro. 

Preferiría que de ser necesario, expliques al mundo, tu connivencia con algunas costumbres, con algunos ámbitos. Pero en verdad, tales cuestiones, no son decididamente el ánimo que çonmuevan tu mundo.

Entonces cuando las distancias entre un mundo y otro se deban materializar sincronizando principio de razones no acorde a los  placeres de explayar la vida con dignidad, dirás de las culpas y castigos que eficientemente superan al mundo, del modo de vivir en sociedad.

Pero todas esas aseveraciones, aún, esgrimiéndolas con la rectitud de cierta verdad, no cuentan a la hora de decidir verte o no verte.

Pero no verte sería el sentido que algunos otorgan a dicha verdad.

Pero que decir entonces que habría gente que no vi más. Sí  las cuestiones de dinero, física que radicaliza al mundo, te imponen  involucrarte, adelante. Es el momento del tedio, del amor de uno, de alguien que supere a la falsedad del mundo.





miércoles, 20 de marzo de 2013

"La Infidelidad De Dios"

Yo no estaba Dispuesto a saberte propia de los Otros.
No lo estaba. No solo por cuestiones, digamos , entrañablemente de ignorancias, sino por vestigios de alguna razón desatendida.

Y así fueron encumbrándose las normas. La dominación de un cuerpo. La permisividad a la desaprensión. Y claro. La lógica del tercero excluido. El cúmulo de disonancia altanera que condiciona la frialdad del Amor.


Y tus Vestigios. Esa incredulidad de manifestarte propia de los Otros.


Pero si supieras del agravio que causa rehusarme a reírme.

Nunca lo abdicarías. Hablarte del fin de los tiempos y encima sobrevivirte, ni me da gana.

Yo no estaba dispuesto a saberte propia de los Otros. Ni tampoco de los presagios. Pero he de saberte absoluta. Disipación del mundo y alguna holgazanería.



miércoles, 13 de marzo de 2013

La Generación Del Quiebre

Siempre se dijo que estábamos parados frente a la Generación del Quiebre. 

Una generación, que en términos de política, declamaría e instauraría los principios necesarios para un nuevo orden de vida. Falsedad y maldad, se extinguirían.

Una Generación que contando con las heridas suficientes de sus antepasados, sabría amortiguar las venideras y exculparía rozagante los rollos no resueltos de algunos amores de la guerra.

Pero no nos alcanza con decir que siempre que se presento una Generación cómo aquella que cambiaría el mundo, nunca lo hizo, o al menos, aquellos sueños de realizarlo, terminaron desvaneciéndose bajo el fuego de la historia.

Pero siempre se dijo que estábamos frente a una Generación del Quiebre.

Que en términos de estética, nunca se aceptaría representada por nadie y que en rigor, a la verdad,  es la belleza la que cambiaría el mundo. 

Pero no nos alcanza entonces con sonrojarnos de verdad y expresar bravuras y frustraciones por doquier. Porque una generación del quiebre esgrimiría más. ¿O acaso debería tentarse con Revoluciones?.

Una Generación con tales pretensiones, acaso versaría sobre los quiebres de Paradigma de algunos otros, pero ni siquiera se inmiscuría en los aditamentos justificatorios de cada vertiente social. Pero tampoco nos alcanzaría.

Cómo tampoco alcanzaría con demostrarnos ser parte de una Generación del Quiebre y repartir migajas con buenas conductas del saber y esas tantas obviedades donde el mundo se corporiza  humanamente solidario.

Siempre una Generación del Quiebre pretende vanagloriarse del saber, del rodeo, incluso hasta de la giración de la Tierra. ¿Pero Una Generación del Quiebre, debe anticiparse por venir?.

Y entonces el Alma se estremece con legitimidad. La Generación del Quiebre. Pulsión , certeza y verdad.


domingo, 3 de marzo de 2013

Una Mente Dispersa

Una mente dispersa no recordaría ni siquiera los embates fílmicos de algún soñador empedernido.

Pero ése no es él caso. Una mente dispersa trataría de agraviarse pensando que resultaría más cómodo, amoldarse a los vaivenes monetarios de la vida, que dimitirse frente a un mundo en ruinas.


Una mente dispersa se contagiaría de amores y no sabría porqué o en función de qué, se debería desacreditar al alma del Dios resucitado.

Pero al mismo tiempo una totalidad de mentes dispersas podrían considerarse mundo, y en definitiva, de una u otra manera, enaltecerlo. Y quizás superarlo. Pero no en el grado de una mente dispersa.


Una mente dispersa en función de las cualidades humanas, ni siquiera se regocijaría de los amores públicos y las veleidades de saberse "cosa consumible". Pero no nos eximiríamos de una mente dispersa.


Una dispersión de la mente, en razón de saberse hilo conductor de un espacio, un momento, tiempo remoto, seduce y corporiza el poderío del mundo. Pero no una mente dispersa.


Una mente dispersa en relación a los sistemas hermenéuticos de apropiación de información, elije, estimula, propicia las ficciones necesarias para desaprenderse de sí misma.


Una Mente Dispersa es volada de sí misma. Adquiere el mal para contrarrestarlo. Su matriz, en cuanto representación abstracta de partes, se subsume al pliego de un amor permanente. Pero no una mente dispersa.