sábado, 27 de abril de 2013

Amnesia

Reiteradamente utilizaste y ocasionaste plagio sobre mi persona. Reiteradamente lo subsumes, lo encandilas  y permites el delito fantástico de los espectros contra mi cuerpo.

Pero como antojarte las dimensiones sí no recuerdas nada. Ni el  alma del derroche, con la telekinesis diaria,  y esos escollos del solitario mar ocasional.

Que aún, determinando las cuestiones básicas del amor noble, guerrero y expansivo de la comunicación honesta, es necesario para dominar la mente, el olvido sincero y su remontabilidad. 

Pero prefieres a otros. Al amante ideado bajo la zozobra delictiva.
Al que hiere sin lamentarlo. Con oportunidad de goce y al desbande de lo ingenuo.

Quisiera tenerte resonando la idea de mundo. La idea de mundo que no despierta tristeza. Esa conclusión que no admitiría que existías.

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