martes, 9 de abril de 2013

Esbozo del Amante en Clandestinidad ll


Y es por esa grandeza de no compartir ideales, que me fui con otro.
Qué sí supieras de la honorabilidad de otros mundos, acaso me 
perdonarías. Pero ese no es tu modo. 

Sólo e incólume te reafirmás en la predestinación de los cielos moleculares, inabarcables, detectables sí, pero insidiosos de la rabia perturbadora que me ocasiona saberte de otros.

Ocasionando hendiduras perversas en la historia. Inclusive más, otorgando especificidad del saber hacia la muerte del mundo, que en apariencia, no seria verdadero. 

Pero una y otra vez, te vuelves al ruedo. Con la prestancia de lamerme el decir, suponiendo la unidad de sincronización de las mentes, tiempo de la incorporalidad y la razón del ocaso. 

El intento vano de la materialidad del Amor. Y eso son los refriegues del mundo. 

Principio del  amante clandestino, oculto. De otorgarse a la bondad, de especularse sin nombre.

No hay comentarios: