martes, 4 de febrero de 2014

La Alcancía Derogada

No necesariamente debería nombrarte para estipular conceptos correctos acerca de la importancia de resarcir ideas morales, en cuanto la intromisión de individuos en cualquier esfera de mi vida.


Eso supone amor verdadero para las propias posiciones tenidas frente al mundo. No esas pasiones de la generación, perimidas y obsoletas.

Y nada del hartazgo reciente por otras importantes ideas morales, inocuas, que nada dicen a propósito de la guerra contaminada.


Sólo consideraciones vertidas a las variables de los niños económicos y sin plataforma aplicable al resto.


Por eso concuerdo emociones sustantivas con la sociedad que impone valores críticos del deseo.

Porque no me enaltece, confrontaciones vacías de contenido. Donde mañana se arrastran por un supuesto amor verdadero, y luego lo dejan, acaso para otro supuesto y equisdistante amor verdadero.


Esa es, la liquidez moral del resto. Componenda y similitud.
Ardid de los chicos pulenta.

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