viernes, 20 de junio de 2014

La Componenda, Cicerón

Era la instancia previa y había quedado vedado. Me afligía el alma, romper los parámetros de una filosofía que no inquietaba ni a las huestes de los desencantados.

Pero era distinto. Distinto informe y una elucubración no redituable. Incluso el más déspota informante pedía el cadáver inalterado, a los encumbrados cosmopolitistas de la ultranza. Total ignorancia de los mal pensados y tercos preferencialistas.

Aunque días después, se produjo el enamoramiento del cielo abierto. Y los textos sagrados se deleitaban en la mentira. Valga la redundancia, texto inocuo y sin miramientos. 

Y eso era el amor de la guerra que brotaba por naturaleza. Usufructo con dedicación, pócima del altruismo. Aunque nada de la labor de los truenos soberanos impedían que dios llegue. Teoría del tercero excluido y la componenda libertaria.

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