lunes, 15 de junio de 2015

Hit, Por Alternancia Con El Amor Constitutivo

Siempre peleando con el pendejo. La Cia ya me tenía las pelotas llenas. Encima les creían. Traían datos de los más plausibles y considerados para justificar sus actos de intromisiones al resto. 

No le tenían envidia ni nada. Solo su maldad embravecida.


Su madre envejeció muchísimo por renegar de la incultura y la ignorancia de las huestes en la dogmatización del saber.


Tenían celos. Eran muy seguros en sus acciones de dilucidar a Dios, pero tenían celos de que los otros fueran felices sin la necesidad de roles tan fidedignos como el del padre y el de la madre. No había manera. 


Cogían el corazón y se iban.

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