Hay cosas dentro y fuera de la explicación, que no cierran del todo. Juro y acepto manifestaciones en contra, que por momentos realmente creí que eras Dios, ya no. Y hay algunas cosas que despejadas de la verdad impuesta por la intuición del sistema, no conducen a simplismos de felicidad individual. Eso me hace existir preocupado. No te mentí. Ni tampoco te adularía.
El drama lo tenían tus supuestos padres y los que se interesaban por tu performance educativa y social. Celos indemostrables de gente bárbara y troglodita cuando no tenían porque juzgarte.
El fin del mundo se subvertía. Deteriorado, es el dicho.
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