Con esas ideítas raras, que dicen pululan por mí cabeza.
No me gustaba la esclavitud de los hombres pese a tener ánimos inquietos de rencor con los simulacros de odio, otrora, morir por el concepto de la bondad.
Tuve que estudiar el fin de la historia. Acaso aprender que todo continuaba.
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