Crisis de la existencia vincular tenían algunos tipos. Y por eso denostaban los preceptos genuinos, de alguna figura presidencial.
Sabían lo necesario para sincronizar el andamiaje del arte. Sin dificultad, caminaban por la cornisa. Hacerse pasar, por elucubración o mandato divino, eran de su especialidad. Falsear archipiélagos de conciencia y decir que todo era culpa de sus contrincantes y de la falta de honestidad era lo común.
Yo no veía nada de sus dichos de pinchar comunicaciones, porque era mentira. Al presidente lo catalogaban como a un demonio.
¿Tanto era el Amor?.
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