Había un panóptico que observaba con lujo de detalle la vida de los pobres. Se hacía tumultoso distinguir el verdadero contralor y eficacia, cuando se embriagaban de sus observaciones.
Y se hacía evidente que no querían poner coto a la recopilación de datos ficticios y desacreditar al propio fundamento de la calle.
Paciencia y una constancia menor. Enhorabuena del acto.
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