Todo estaba por verse cuando sucedieron los hechos explícitos de no generar controversia. Diciendo que era imposible no enriquecerse con consideraciones tales, de snobismo y tela de juicio. Y al acabose del mundo, mentirte por no poder pagar algunas deudas era casi lo lógico.
Quería que te fugaras conmigo. Pretensión inadmisible pero posibilitaba el amor oscuro que escondías de los otros. Aunque una y otra vez la idea que motorizaba el salvarte, era el dinero. Ni la religión de tu pensamiento podía cambiar semejante realidad simbólica.
(Eramos dos, al intento de naufragar los sentimientos).
Nunca tuve la información precisa. Pero te quería.
Mucho ego, pero te quería.
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