Acaso esperabas que razonara de manera adecuada, frente a la índole de tales acontecimientos.
Pero no fue así. En rigor, fue un sistema diferenciado de apreciar el chantaje y dedicarme a las intromisiones del infierno.
Tales circunstancias ya forman parte de mi objetivo. Pero acaso esperabas que denegara el amor a quien se lo merece. Cómo si fuera el resultado necesario de una chica en celo. Perdiendo el amor de sus padres por consideraciones externas de una subjetividad locuaz, pero ingenua de la autenticidad de la vida.
Esto marca la diferencia entre sistemas de integración y el roce con el vandalismo.
Pero no importa que deniegues el amor innato que iba en in crescendo. No importa. Importa el recordatorio de la posibilidad del amor con intenciones de autenticidad. Importa la premura de ser feliz. De estar en el cielo y brillar.
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