La Piel de los Ángeles

Nunca había pensado en la conveniencia de enamorarme. 

Y esto no tendría que entenderse cómo si, dichas cuestiones, fueran términos totalmente de antagonismo.

Al contrario. Pero de establecerse un juzgamiento del Amor, no habría manera de evaluar lo más cercano a lo Real.
Porque especular mis convicciones sería caer en demostraciones de lo más absurdo.

Pero enamorarse siempre implicaría algún riesgo. Uno ama porque sucede que ama. Uno ama porque la sapiencia del alma, le impone que debería amar, a un amor, a una idea, insensata del otro.

Y entonces un Amor artificial también podría competir con aquél Amor que linda con la naturaleza. Y nada nos objetaría entonces, especular visiones con números y demostraciones sin ciencia exacta. 

Y quise al Amor. Lujurioso y perverso. Alguien debería esgrimirme el error.

Hipótesis de la Disconformidad

Se produjo el suicidio del mundo ( interioridades absorbentes) cuando no te vi. Y uno mismo sabe cuando se oscurece al alma de la verdad, siendo pernicioso, agrietando y lastimando lo digno de lo bello de existir. 

Aunque nadie podría explicitar ni la remota idea de porqué uno, debería seguir viviendo de tal manera, o de ésta otra tal manera, percibiendo intuitivamente el mundo, casi de la misma manera en qué se produjo el suicidio.

Ajetreo entonces y adquirimos los hábitos impuestos por la nobleza de los sistemas. Sistemas de Vida que importan determinar intereses propios e impropios, en contra de aquéllos difusos y algo vivaces. Un notable cambio de languidecer dentro de la sociedad cosmopolita, y recién comenzamos a advertirlo.

Pero el morbo nos territorializa más. Nos carcome la mente y se deleita en la repetición. En la refriega de los valores sociales.

Será que no nos convence los resultados de trasgredir la moral. Esa idea hipervalorada que dispensaría el malestar de la disconformidad.

Pero la hipótesis del suicidio, alma virgen que navegaría en el mar, no estimula el bienestar, individualmente hacia la sociedad.

Al contrario, responde aún más, a los cánones establecidos de la posmodernidad sacrificial.
Ese intento banal de los lúdicos. Arremangarse y zarpar.

El Atentado

Una propuesta común es ir estableciéndose en el bosque con algún elemento del tipo, adictivo, y salir. Pero mientras tanto la simulación.

Otra idea que ocurre similarmente es cuando nos situamos por fuera del enlace al mundo y afanosamente sistemas revolucionarios por doquier atentan per se, a nuestra voluntad.

Aunque el cuidado de sí podría significar altivamente un siglo más de Vida, no permite suponer políticas contradictorias formadas al unísono de dioses pasados y pre-modernos.

Permite la construcción de la robótica. El almacenamiento del proceso de producción. La prueba de valor intercambiada al goce.

Ante tales parámetros de injusticia ficcional, el desecho residual telekinético gime parar a lo abstracto. Una estructura sombría que sonroja la verguenza de los clasistas.

De esta manera, el bienestar de la naturaleza nada debería esconder entre nosotros, porque el espectro piramidal del mundo no admite razones del infortunio.

En todo caso, subvierte al mundo, requiere dedicación espontánea de mundo. Pero no afecta al mundo.
Realmente, derraparía en el mundo.

Percepciones de la Ingenuidad

Me parece realmente agraviante tener que esperar tanto tiempo, para que entre tantas afinidades del mundo, me digas alguna de las morbosidades ingenuas que razona tu mente.

Creo que es un modo de observar las cosas. Y no lamento la validez de la misma, inclusive diría que se legítima con el dato palpable de los empíricos, pero colisiona entonces, con la interpretación que superaría al mundo.

Una interpretación, que ingenuamente remite a la crudeza del amor. Del amor, sabido y aún de los despreciados.

Pero con una idea mismísima de superar al mal. Acaso que existe, sí, sin ese miedo ontológico, sin desacreditar esa verdad de las partes.

Y percibir al mundo, no sólo es empiria y razonamiento con aura, en cuanto posibilidades de  justicia. Es congoja de ser, angustia de clase.
Movimiento literal y obtuso hacia el mundo.

Tweet, Ideología y el Dios

Usualmente cada requerimiento de promesa se pierde, digamos por cuestiones de índole fácticas. Esto es, lo que oportunamente se observa en varios de los entramados sociales. Placer, codicia y buena parte del hedonismo a pleno.

Ante esto, nadie se escandalizaría frente a tal sentido de creencia y efecto. Pero podría desplegar heridas. Uno no permita que esas creencias mitológicas de las distintas religiones se territorializaran cerca. Agravio contraproducente de nuestra esfera.

Y aunque quisiera accederte a los mínimos sentidos de la historia, no tendrías paz. Tendrías derrotas, sacrificios y lo que pacatamente se considera lo externo de tú alma.

Pero la pretensión de los mundos justos no roza la liviandad de nombrarte.

Importa razón, diferencia y estima a los actos del habla con ética.

Feeling, Timing

No te lo quería decir, pero la falta de feeling, la falta de sensaciones correspondidas entre mi ego necesario y los postulados de acontecimientos, presuntuosos de amarme, no coinciden. Blasfeman.

Y en instancias de desasosiego emocional, el timing, los fines del feeling, criterios acertados de correspondernos, de sabernos puros del alma de la naturaleza, se bloquean, se aniquilan, especie de profundización hacia la frivolidad.   

¿Cuáles son las ganas de amarnos entonces, por una necesidad de cuerpo, de idea de amor, de conceptualización del mundo?.

Existen los períodos de rencores, de desidia, de confrontación, y sólo por el hecho de negarte. Pero existe la calma, la transición.
El mar, todo lo puede.

Basura, Rosca de la Estratificación

Camuflado, inescindible del ámbito en el cual  me manejo, decido obviarte y arrojarte los pormenores del caso. De momento, acaso más grave que el futuro reciente.

Unos y otros, boquiabiertos, estipulan y delimitan su área de saber por no contradecirse o inmiscuirse en cuestiones que no le deparan conveniencia alguna.

El Amor, ese sujeto-objeto indispensable de la vida terrenal se esfuerza por evadir la sujeción a la ley.

Y entonces la sanción. El gravamen. La filosofía de determinar culpabilidades. Idea de justicia cuando no hay justicia.

Pero por fuera de la norma, el goce. La satisfacción de saberse insolente, capaz de arguir cualquier astucia, cualquier elucubración. Argumentando lo explícito y mal necesario de la vida.

Pero estructuralmente no hacemos las paces. Negamos, vilipendiamos y ofrecemos el rédito a los capaces de poner la cara. Cruenta ignorancia de los pobres, los ricos y esa gentuza de la media.

Tristeza Del Sustituto

Y es en el origen de la premonición donde se produce el desconcierto.
Porque no produce belleza en términos de felicidad del mundo, y ni tampoco otorga la credibilidad necesaria y confortable de amarse. 

La sobria certeza de comunicarse sin riqueza de Dios. Certeza de la premonición abnegada.

Por algo me soñe disconforme de lo triste. Por algo no encontré las razones fundantes del desvanecimiento, el desfallecerse. Acontecerse en otro mundo, lúcido de nada y volverse.

Esto es lo que me genera la imposibilitud de sustituir al mundo y restablecerlo bajo los otros parámetros.

Esos otros parámetros deterioriados de la alegría y felicidad colectiva. Los que profundizan el raciocinio de recordarse limpios de maldad y sin cobardía de la ética.

Y es ahí donde nos cuadra la figura del amor. Figura del amor como refugio lógico y casi desaprensivo de lo externo. Amor entonces, de amarse en lo uno y ya.

No me sonroja, por sí me apuran, un crimen descuidado, obtuso de saberse impune, por la premeditación de sustituirse. 

Me sonroja los criterios fantasmales (construcciones alienatorias) de sustituirse en la vida, por el embate, el temor. Convencerse sin querer, casi de la situación, propia estrategia del mundo.