viernes, 4 de diciembre de 2015

Chico Americano Y Feliz

Yo creía en la virgen, lo supe desde el primer momento. Después me engaño. Me engaño obviamente por el propio despliegue de la historia. Quedé con el as y siempre resentido. No quería de las explicaciones furtivas que implicaban aceptar el error de mi vida. 

La amaba aunque debía soportar todo el prejuicio de clase cuando murmuraban que ella, no sabía nada del mundo y decía sólo de la experiencia.

Yo me veía feliz y augurando el desenlace de la virgen terrenal y ficticia. La enamoraba de ideas bellas y posiblemente superlativas. En rigor, renegaba de mí y de la incomprensión del feedback.

La amé. Digno del amor y su revolución.

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