miércoles, 4 de septiembre de 2013

Rencor del Amor Sobrio

Pero entonces fuimos amantes mucho tiempo, al paso de alguna necesidad del mundo. Sin nada de dinero para mentirnos como esa obligación qué impone, valor social cambiante y disruptivo.

Aprendía sexualmente el amor de los sujetos libres, de aquellos que se ofrecen al cielo, dilucidando guerras y conveniencias.


Negaba también las diferencias, practicando cualquier moral de clase, a gusto de las ideas subliminales, acaso para caerte más en gracia, humanismo y celos de la avaricia.

Por motu propio olvide la satisfacción de mi reino. Aunque desenvolverme en plenitud instigó la gran estafa de mí mente. Nunca esgrimió verdades y consecuencias.

Se obligo al sistema. A la destitución del Soberano. Al Amor, sin ley.

No hay comentarios: