miércoles, 20 de agosto de 2014

Game over for sacralization

Y los resultados no fueron los esgrimidos por mentes reflexivas, y con recursos mínimos de afecto por las ideas ejemplificadoras. Fueron hechos al calor de la carne, e incluso con otras deidades que no importa desmenuzar.

Propia insolencia de los que legitiman la seducción de las drogas en los placeres de la naturaleza. 


Aunque nunca expresaran, la finitud de dejar de brillar por sueños truncos del desamor, que arbitra en grado de degradación en varios momentos de la historia. Cuando la demostración del amor acaso nunca se incorpora prima facie, a lo sistémico de la historia.


Porque hiere a los soberanos, amarse sin ellos. Demostración de ausencia y efecto de la riqueza.

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