martes, 29 de octubre de 2013

Terapia de la Intensidad (Default)

Una fragilidad inhibida comienza a desarrollarse en mí mente. Quizá sea , por los elementos objetivos de las acciones. Confabulaciones de la sociedad, y no tengo nada para elevar la persuasión. 

Y entonces el enfrentamiento con la imaginación del ego. El modo necesario de ser, para encauzar la calma del amor. Amor escondido y encubierto. Pensando de la angustia por la desacreditación del mundo. Pasión. Falsedad y los estereotipos de las gentes.

Momento culminante cuando el tifón de la fragilidad de cada uno, (mundo interno y supremo), exterioriza la pasión acertada, y elimina los preconceptos de la sociedad libre y sus inertes modos de gobernabilidad.

Y pese al caso, somos frágiles por convencimiento. Por sabernos frágiles e inocuos de la posteridad.

Pero la mente propicia la necesidad de articular una economía que aún, en el convencerse de los fines, diga de imponer lo justo medio. 

Y no es cosa del amor frívolo suponer la vida austera e imponer privilegios para algunos pocos.

Lamento entonces, inhibirme de ser pasajero en los placeres déspotas de tú mente. En tanto, una coordenada frágil del viento me indica que saber muchas cosas, aún en la especificidad, no tienta a mí reino.

Pues la sensación de desapego del amor que ofreces, es incondicional de tener que sujetarse al suelo, por motivos aún no explicitados por la ciencia.

Cómo sí el objeto de estudio de los amantes racionales, no tuviera la relevancia necesaria para enardecer a los que imponen justicia. 

Y lo frívolo es, entonces para algunos, la intertextualidad de los hechos, lo que otorga la necesidad. Necesidad que legítima e instaura el corrimiento del velo.

Sólo para pasar el tiempo. Instancia contingente del mal, y al instante, la disconformidad. Sólo para pasar el tiempo.

Partiendo de está consideración, el mundo frágil de la mente aúna entonces, el núcleo de los pensamientos. E inclusive, podría rechazarlos y comenzarlos en otro tiempo. 

Otro acontecer, otro momento. La posibilidad de la intuición. Plausibilidad de cuando conviene la superación de prueba del amor verdadero.

Aunque no interesa. Esas cosas, de la realidad del amor, no interesan. Porque ser frágil, también importa descreer de dios. De las cosas. Y de la intuición con la verdad, sin saber amarte.

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