martes, 13 de enero de 2015

il cuore ( Hipocresía del humor sonriente)

Un cuore ingrato no tenía accesibilidad para poder resolver la psicoanalítica de mi persona. Leía textos apócrifos del Iscariote y no comprendía su raciocinio de frialdad y esa verde felicidad. Pero estaba dicho. 

Sus padres jamás aceptarían el bienestar de sus hijos acompañados de una política infame. No era ejemplo de nada. Y el cuore ingrato le derramaba la vista. Debería mucha culpa, porque no aceptaba ni de casualidad el nuevo rol de mando de algunas vírgenes no suicidas. Que va. Ni idea de la conceptualización del mundo. Capital primero y la fuerza mayor de sus vectores. Aunque en su madurez, nunca pudo solucionar la negación de sus contrarios. Ideología a base de contaminación ambiental (anti-amor).


Y ya yace en su epitafio propias consideraciones del resto. Inseguridad para los patriarcas. Nada del amor por conveniencia. Un cuore ingrato no adquiere veredictos del alto mundo. Flota en la similitud del contenido.



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