No quiero comenzar a insinuarte la diferencia proporcional de mi mente con tus actitudes de desacomodamiento vibracional, cuando no quisiste saber de la verdad en la economía y su mujer.
Al contrario. Secuencia tras secuencia fotografiabas lo que sea con tal de imaginar lo correcto, enamorarme para caer sofocado a tus pies. En una poderosa aparición de tu amor, espectro del sol lunar caído, que transpiraba química del diablo.
Y por eso el chamán me recomendó que te amé. Que te amé y no piense en la historia. Nunca lo hiciste y eso es carencia de similitud en los designios de la naturaleza.
Sólo te hiciste la selfie para derramar intencionalidades políticas. No me mientas. Yo te quería y te admiraba. Pero cómo el espía que falsea datos y se desentiende del mundo, nunca.
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