domingo, 23 de agosto de 2015

El Adrede de la felicidad, Funkie and Fiesta

Cuánticamente no me parecías bien parecido. Aunque el modo en qué resolvías las apreciaciones encontradas cuando los republicanos bardeaban tu sistema, me generaban ganas de amarte. 

Era un contralor de mi deseo, antiguo de cederte.

Pero no quise decirte que la fealdad del mundo es extintiva de mi consideración y que nunca seremos libres cómo la ciencia lo piensa.

¿Es adrede ser felices en este parque?. Yo lo quise así. Y era sarcástico el pendejo que quería amarme.

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