domingo, 15 de noviembre de 2015

Prhonesis Y Lo Patente

Ahora debía sortear esa gran parte de inescrupulosidad con la que intentabas pretenderme. No tenía nada que ver, con mi sistema de premisas aporéticas y desdichadas de la vida incólume. 

Pero había que hacerlo. Ni sabía del odio religioso que me profesabas.
Y caía en la trampa. Existían vínculos en la era espacial, que lamentaban de tu ignorancia.

Yo entonces no iba a generar con mi inteligencia apreciaciones nobles para encauzarte a la deidad superlativa y que no sucumbe, ante una idea capitalista de generar intereses de clase.

Lo sé. Por fuera era todo bello y no me cabía que dijeras que no te ayudaba.

La historia se sincronizaba a mi encuentro y no me seducía que diagnosticaras cosas de otros tiempos, ejemplificando razones mal decodificadas. Había que hacerlo. Palabra, honor y rectitud.










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