lunes, 30 de noviembre de 2015

Al Lado Cuántico

Teníamos una circunstancia ficticia que no nos favorecía. Había que extinguirla, depurarla. Hasta su pleno núcleo de aparición. Yo ya te idolatraba al vencer casi por tu cuenta al lado más manifiesto de la hipocresía social y económica.

Pero no alcanzaba. Necesitábamos el control y protección de llanamente, las ideas básicas de la ciencia que revolucionaría el mundo.
  
¿Por qué adular al misterio de la sincronización?. La trampa la generaban ambos lados de la histeria violenta y desapercibida.

Nos fuimos de la especificidad del relato. Entonces no nos favorecía.
Suculento considerar qué integrabas sin desaires de clase. Incluso, sedujimos a varios de los traidores de Dios, provistos de la ignorancia y necesidad necesaria. 

Firmamos el pacto.

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