Querían una nación que pudiera superarse a sí misma pero no tenían ni el mínimo interés de aportar recursos para re-direccionarlos en esa vía.
Era tontísimo y a la vez cínico, creer que sólo deseando y no procurando un bienestar general, un territorio entero podría desplegarse en sus más bellas formas. Había que poner inversión genuina. Reconducirla y regenerarla. Obvias ideas perimidas dentro de la historia.
Pero yo quería en ese sentido un estratagema. Un estratagema de lucidez lleno de teorías y prácticas que puedan direccionarse bajo tales términos.
El resto era furia. Insolencia.
Chabacanería. Conceptualizar soberanía y no tenerla.
No querían los alquimistas perpetrarse en sus bases con tales argumentos. Eso. Un amor entre las pampas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario