viernes, 12 de diciembre de 2014

La Intuición del after, enamorado.

Ya te había aconsejado que necesariamente me saques de las redes. De todas formas engañaste a la idea del amor y te fuiste por las ramas. 

Necesitaste al oráculo para vencerte en la promesa de dios. Pero que va, hay cosas que nunca tuve, y menos las voy a entender. 


Te debo afecto cognitivo, ni lo dudes. Pero es tu reino el que molesta al resto. Y ahora creo que el mundo nació solo, sin necesidad de despertarme. 

Entonces era yo, la parresía olvidada de ninguna virgen.

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